En los últimos años, la diabetes tipo 2 se ha vuelto cada vez más común, afectando a millones de personas en todo el mundo. Dos recientes estudios científicos nos advierten: consumir demasiada carne roja, especialmente procesada, como el jamón o las salchichas, podría aumentar significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Los riesgos del consumo de carne
Uno de los estudios más amplios realizados hasta la fecha, publicado en The Lancet Diabetes and Endocrinology, incluyó a casi 2 millones de personas en 31 países y concluyó que quienes consumen carne roja y procesada de manera regular tienen un riesgo considerablemente mayor de desarrollar diabetes tipo 2. Por ejemplo, consumir 50 gramos de carne procesada al día, el equivalente a unas dos lonchas de jamón, incrementa el riesgo de diabetes tipo 2 en un 15% en el plazo de diez años. Incluso la carne roja no procesada, como un filete pequeño de 100 gramos al día, aumenta el riesgo en un 10%.
¿Y qué pasa con el pollo? El estudio reveló que consumir 100 gramos de pollo al día incrementa el riesgo de diabetes tipo 2 en un 8%, aunque esta relación es menos evidente en comparación con la carne roja.
Un factor de riesgo adicional: el hierro hemo
Un segundo estudio reciente respalda la idea de que una dieta basada en alimentos de origen vegetal es efectiva para prevenir y controlar la diabetes tipo 2. Publicado en la revista Nature Metabolism, este estudio analizó el papel del hierro hemo en la aparición de la diabetes tipo 2, observando a más de 200,000 personas menores de 36 años.
El hierro hemo es un tipo de hierro que se encuentra principalmente en la carne roja y, en menor medida, en el pescado y el pollo. Según este estudio, su consumo está asociado a un aumento del 26% en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El hierro hemo parece influir negativamente en varios marcadores biológicos relacionados con la insulina, los lípidos y los niveles de inflamación, contribuyendo al desarrollo de la enfermedad. Estos hallazgos sugieren que una dieta rica en carne roja podría tener efectos perjudiciales a largo plazo, especialmente si se consume en grandes cantidades.
Por qué deberías considerar una dieta basada en plantas
Estos estudios nos invitan a reflexionar sobre lo que ponemos en el plato. Reducir el consumo de carne roja y procesada y optar por más alimentos de origen vegetal puede marcar una gran diferencia para nuestra salud. Las dietas basadas en plantas, ricas en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, no solo ayudan a disminuir el riesgo de diabetes tipo 2, sino que también proporcionan nutrientes esenciales que mejoran la salud en general.
En cuanto a la absorción de hierro, ¡no te preocupes! Los vegetales son una excelente fuente de hierro no hemo, que está presente en alimentos como las verduras de hoja verde oscuro, las semillas y las legumbres. Además, si combinas estos alimentos con cítricos u otras fuentes de vitamina C, facilitarás significativamente su absorción.